Para un baño cálido que emita energía lo ideal es optar por colores que ofrezcan sensaciones de rejuvenecimiento y entusiasmo como es el amarillo, el rojo y el naranja. Ahora bien, si se busca un baño que promueva la paz y la tranquilidad es bueno apostar por colores fríos como es el morado, el azul y el verde.
Estos colores han de ser manejados con la luminosidad, con la oscuridad y con su propia intensidad para que así actúe para generar distintos estados de animo en la persona.
Lo mas recomendando para baños de pocas dimensiones es mantener el perfecto equilibrio entre las tonalidades claras y los colores fríos, donde las combinaciones mas favorecedoras son el verde suave con el crema de color blanco.
A de tomarse en cuenta que el color llega a reflejar o absorber la luz, por ende es bueno utilizar tonos cálidos apagados.
Una idea para mantener un buen equilibrio es utilizar blancos en techos y pisos, y colores fuertes en los asientos tomando en cuenta que el color principal a de ser neutral.
Los tonos neutros recaen al uso del color blanco, del gris, del negro y del gris oscuro. Estos se pueden contrastar con tonalidades calientes y frías para así crear ciertos detalles y complementos que darán elegancia y originalidad en el baño.
Uno de los trucos visuales más optados es aplicar un color mas claro y neutral en paredes adyacentes y aquella pared que quede mas oscura se sentirá que se moverá mas lejos creando sensaciones de mayor amplitud.
También se pueden utilizar algunas combinaciones monocromáticas, donde ha de utilizarse tonos distintos sobre un mismo color, de esta forma se mantendrá en movimiento el ojo de la persona creando así mayor amplitud en todo el baño.
Se debe tener en cuenta que los colores que tienden a ampliar el espacio son aquellos menos intensos y los mas claros.
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